
Según el último informe de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) realizado en colaboración con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y presentado en 2022, el año pasado el empleo en el sector de las energías renovables alcanzó la cifra de 12,7 millones de trabajadores, un incremento de 700 mil nuevos puestos de trabajo, casi un 6 porciento más en tan solo un año, incluso a pesar de las persistentes interrupciones de la cadena de suministro originadas por pandemia y a la volatilidad de precios de la energía provocada por las disputas comerciales y rivalidades geopolíticas.
El empleo en el sector de las energías renovables

Con los fenómenos meteorológicos extremos registrados globalmente en los últimos años, los elevados costes que implica el cambio climático son cada vez más visibles para todos, lo que refuerza los favorables argumentos, ya de por sí convincentes, de la transición hacia un futuro con bajas emisiones de carbono impulsado por las energías limpias.
Así dado el contexto, la mano de obra sigue siendo un componente esencial de la transición energética que debe encararse bajo el amparo de un amplio marco que comprenda políticas industriales, de educación y formación profesional, políticas del mercado laboral, de desarrollo empresarial, estrategias de diversidad e inclusión, revitalización regional y medidas de protección social, basadas en el diálogo social.
Sin embargo, casi dos tercios de todos los puestos de trabajo en este tipo de energías se encuentran en Asia, donde solo China representa el 42% del total mundial. Esto refleja los puntos fuertes de la región asiática en los mercados de instalación y fabricación de equipos.
En el informe Renewable Energy and Jobs: Annual Review 2022, el noveno de este tipo que ha publicado IRENA, se identifica el tamaño de los mercados locales nacionales como principal factor de la generación de empleo en el sector de las energías de base sustentable. Destaca que es la energía solar el sector de más rápido crecimiento (sumó 4,3 millones de empleos en 2021), más de una tercera parte de toda la mano de obra actual en las energías renovables en el mundo.
Para garantizar puestos de trabajo y otros beneficios socioeconómicos en todo el mundo, más países de todo el planeta necesitan aplicar políticas que impulsen sus capacidades nacionales.
El informe pone de relieve que la expansión de las energías renovables ha de apoyarse con políticas integrales, que incluyan cursos de energías renovables para la capacitación de los trabajadores a fin de garantizar un empleo de alta calidad, bien remunerado y diverso, con el fin de lograr una transición energética razonable.
Luego, a medida que sigue aumentando el número de puestos de trabajo en este sector, es esencial garantizar que estos puestos ofrezcan medios de vida adecuados en términos de salud, seguridad en el trabajo y condiciones laborales, seguridad laboral y otros derechos en el trabajo.
Una transición energética justa y satisfactoria debe reflejar las necesidades e intereses de las comunidades y regiones, ofrecer protección social a los más afectados y garantizar que los hogares pobres y los miembros más vulnerables de las sociedades no queden excluidos del mercado energético por medidas destinadas a reflejar los costes medioambientales de los combustibles fósiles.
Esta perspectiva puede garantizar que el paso de los antiguos a los nuevos sistemas energéticos sea justo, tanto en términos de empleo como de otras necesidades sociales y económicas acuciantes en las sociedades de todo el mundo.
A medida que se acelera la transición, debemos seguir centrándonos en fomentar la diversidad de la mano de obra de forma que se ofrezca igualdad de oportunidades en todos los ámbitos, no sólo en términos de género, sino también para los jóvenes, las minorías y los grupos marginados.
En la fase inicial, es necesario un mayor control de las prácticas de la industria en la extracción y transformación de materias primas fundamentales para las energías renovables. Esto incluye las normas medioambientales y laborales, así como el impacto en las comunidades locales, el contenido local, el valor añadido y la fabricación nacional.
Mientras tanto, en el otro extremo de la cadena de valor, se necesitan medidas para manejar los equipos y materiales fuera de servicio con mayor cuidado y responsabilidad.
A medida que la transición cobra impulso, los múltiples beneficios de las energías renovables son cada vez más evidentes: desde una mayor estabilidad climática hasta nuevas oportunidades económicas y puestos de trabajo.
“Mi consejo a los Gobiernos de todo el mundo es que adopten políticas industriales encaminadas a fomentar la expansión de empleos dignos en el sector de las renovables en el ámbito nacional. El estímulo a la cadena de valor nacional no solo creará oportunidades de negocio y nuevos empleos para las personas y las comunidades locales, sino que refuerza la confiabilidad de la cadena de suministro y contribuye a una mayor seguridad energética en general”, dijo Francesco La Camera, Director General de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA).
La distribución mundial de la industria renovable
El informe de IRENA también revela que cada vez son más los países que crean empleo en el ámbito de las energías también denominadas verdes. Como dijimos anteriormente, más del 40% de los puestos de trabajo se encuentran en China, le siguen la Unión Europea y Brasil con un 10% cada uno, y Estados Unidos y la India con otro 7% respectivamente.
“Al margen de los números, cada vez se pone más el foco en la calidad del empleo y las condiciones de trabajo en las renovables, con el fin de garantizar que el empleo sea digno y productivo”, dijo Guy Ryder, director general de la OIT.
En cuanto a la distribución según el tipo de generación, el informe clarifica algunos hechos notables a escala regional y local.
Por ejemplo, que los países del sudeste asiático se han convertido en importantes centros de fabricación para la energía solar fotovoltaica y productores de biocombustibles.
China es el principal fabricante e instalador de paneles solares fotovoltaicos y está generando un creciente número de puestos de trabajo en la energía del tipo eólica marítima, mientras la India ha sumado más de 10 gigavatios de ese tipo de energía, generando muchos empleos en instalación, aunque sigue dependiendo en gran medida de suministros importados.
Por otro lado, Europa representa ahora el 40% de la fabricación eólica mundial y es el mayor exportador de generadores eólicos, al tiempo que intenta reconstituir su industria de fabricación solar fotovoltaica.
En otro extremo, existen limitaciones importantes en África, pero existen crecientes oportunidades de empleo en las renovables descentralizadas, especialmente las que dan apoyo al comercio local, la agricultura y otras actividades económicas.
Por último, en América, México es el principal proveedor de palas para turbinas eólicas. Brasil es, hace muchos años, el principal empleador en el sector de los biocombustibles a nivel global, pero también suma actualmente muchos puestos de trabajo en instalaciones eólicas y solares. En el caso de Estados Unidos, principalmente está comenzando a construir la base industrial para encarar un ya creciente sector eólico de tipo marítimo.
«Frente a numerosos desafíos, los empleos en energías renovables siguen siendo resistentes y han demostrado ser un motor fiable de creación de empleo», dijo también Francesco La Camera.
“Animo a los gobiernos y a las organizaciones de trabajadores y empleadores a que sigan firmemente comprometidos con una transición energética sostenible, que es indispensable para el futuro del trabajo», sostuvo Guy Ryder.
Los empleos en energías renovables en números
12,7 millones son los empleos mundiales en energías renovables en 2021, frente a los 12 millones de 2020. Cerca de dos tercios de todos los puestos de trabajo se encuentran en Asia, y China representa por sí sola el 42% del total mundial. Le siguen la Unión Europea y Brasil, con un 10% cada uno, y Estados Unidos e India, con un 7% cada uno.
4,3 millones son los puestos de trabajo en energía solar fotovoltaica (FV) en 2021, el sector de más rápido crecimiento, con más de un tercio del total de la mano de obra en energías renovables.
1,3 millones de puestos de trabajo en energía eólica en 2021. Los países están construyendo la base industrial y las infraestructuras necesarias para apoyar el crecimiento de las instalaciones marinas.
2,4 millones de puestos de trabajo directos en energía hidroeléctrica en 2021. Dos tercios de estos empleos corresponden a la fabricación, el 30% a la construcción e instalación y alrededor del 6% al funcionamiento y mantenimiento.
2,4 millones de puestos de trabajo en biocombustibles en 2021, la gran mayoría en operaciones de materias primas. La producción de biodiésel y el empleo aumentan, mientras que el etanol disminuye.
38,2 millones de empleos mundiales en energías renovables en 2030 en un escenario de transición energética ambicioso con inversiones concentradas al principio. El número de empleos en el sector energético podría aumentar hasta 139 millones, incluidos más de 74 millones en eficiencia energética, vehículos eléctricos, sistemas de energía/flexibilidad e hidrógeno.
Observaciones relacionadas las energías renovables
Centros de fabricación: En la actualidad, un puñado de países domina el panorama de las energías renovables, reflejando sus puntos fuertes en fabricación, ingeniería y servicios relacionados como los cursos para trabajar en este ámbito, acaparando así la mayoría de los puestos de trabajo. Pero la producción de algunos componentes se está trasladando a otros países.
Creación de empleos locales: El persistente impacto de la crisis del COVID-19 ha puesto en el punto de mira la viabilidad de las cadenas de suministro lejanas. Las crecientes preocupaciones en el contexto de nuevas interrupciones de las cadenas de suministro, disputas comerciales y rivalidades geopolíticas están reforzando el interés por la localización de las cadenas de suministro, para mejorar la resistencia, el valor nacional y la creación de empleo.
Empleos dignos: Para una transición energética justa es esencial que los empleos estén bien remunerados, cumplan las normas de salud y seguridad en el trabajo y ofrezcan seguridad laboral. Los derechos de los trabajadores son clave para la negociación colectiva y el diálogo social efectivo.
Productos básicos: El cumplimiento de las normas laborales y medioambientales es fundamental a lo largo de la cadena de suministro de energías renovables. Esto incluye la extracción y el procesamiento de metales y otras materias primas fundamentales para los equipos de energías renovables. Las prácticas de la industria en relación con los trabajadores y las comunidades locales están siendo objeto de un mayor escrutinio.
Economía circular: Una vez que los paneles solares y las turbinas eólicas llegan al final de su vida útil, el reciclaje, la remanufactura y la reutilización de los materiales incorporados limitan los flujos de residuos, reducen la extracción de materias primas vírgenes y ofrecen mayores oportunidades de empleo que el vertido o la incineración.
Marco político: La expansión continuada de empleos dignos en el sector de las energías renovables requiere un planteamiento global que comprenda políticas de despliegue, integración y habilitación, así como políticas industriales, educación y formación profesional, medidas relativas al mercado laboral, estrategias de diversidad e inclusión, y medidas de revitalización regional y protección social.
¿Qué es la Agencia Internacional de Energías Renovables?
La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) es la principal agencia que actúa entre los gobiernos para la transformación energética a nivel global para apoyarlos en su transición hacia un futuro energético sostenible. Sirve como plataforma para la cooperación internacional, centro de excelencia y depósito de conocimientos políticos, tecnológicos, de recursos y financieros sobre energías renovables.
Actualmente la IRENA cuenta con 168 miembros (167 Estados nacionales y la Unión Europea) y otros países en proceso de adhesión. Promueve la adopción de todas las formas de energías renovables para lograr el desarrollo sostenible, el acceso a la energía, la seguridad energética y el crecimiento económico y prosperidad con bajas emisiones de carbono.
¿Qué es la Organización Internacional del Trabajo?
Fundada en el año 1919, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) es una agencia, dependiente de la Organización de las Naciones Unidas, que reúne a los gobiernos, los empleadores y los trabajadores, en 187 Estados miembros para establecer normas laborales, desarrollar políticas y programas que promuevan el trabajo decente para todas las personas.
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