Mundo Desigual – Por Planeta Voluntários

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“El mayor asesino del mundo y principal causa de enfermedad y sufrimiento en todo el Golfo es … la pobreza extrema.”

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Desigualdad social

21 países retrocederán en su índice de Desarrollo Humano, en comparación con sólo el 4 en la década anterior. En 54 países el ingreso per cápita es inferior al de 1990. En 34 países la esperanza de vida al nacer disminuyó, en 21 países más personas están muriendo de hambre y en 14 más niños están muriendo antes de cumplir los cinco años;

En Brasil, el 10% de los brasileños más pobres reciben el 0,9% de los ingresos del país, mientras que el 10% más rico recibe el 47,2%. Según Unicef, 6 millones de niños (10% del total) están en condiciones de “grave deterioro de las condiciones humanas básicas: comida, agua potable, condiciones sanitarias, salud, vivienda, educación e información”.

La encuesta muestra que el 15% de los niños brasileños viven sin las condiciones sanitarias básicas. En las zonas rurales de Brasil se concentran la mayoría de los niños necesitados, con un 27,5% de ellos que viven en la “pobreza absoluta”.

Los datos de la OIT sobre la cantidad de trabajo doméstico infantil son sorprendentes: en el Perú, 110 mil; en Paraguay, 40 mil; en Colombia, 64 mil; en la República Dominicana, 170 mil; sólo en Guatemala, 40 mil; en Haití, 200 mil y en Brasil – el campeón del trabajo doméstico en América Latina y quizás del mundo – 500 mil.

Con 53,9 millones de pobres, equivalente al 31,7% de la población, Brasil está en penúltimo lugar en cuanto a la distribución del ingreso en una lista de 130 países. Esto demuestra el estudio realizado por el Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA) que el ministro de Planificación, Paulo Bernardo, divulga hoy en Brasilia.

De los 55 millones de niños de entre 10 y 15 años en Brasil, el 40% está desnutrido. 1,5 millones de entre los 7 y 14 años está fuera de la escuela. Cada año 2,8 millones de niños dejan la escuela primaria. De los que terminan el 4º grado, el 52% no sabe leer ni escribir.

Más de 27 millones de niños viven por debajo del umbral de la pobreza en Brasil, y son parte de las familias con ingresos mensuales inferiores a la mitad del salario mínimo. Aproximadamente el 33,5% de los brasileños viven en estas condiciones económicas en el país, y de éstos, el 45% son niños que tienen tres veces más probabilidades de morir antes de cumplir los cinco años.

Cada 12 minutos alguien es asesinado en Brasil. Por año, se registran 45 mil homicidios en este país, sin embargo, la probabilidad de que un asesino sea declarado culpable y cumpla la totalidad de la condena en Brasil es de sólo el 1%.

Brasil es, según la ONU, el país donde se producen la mayor cantidad de muertes por armas de fuego. Mueren cada año 40 mil brasileños debido a esto;

1,9% del PIB de Brasil se consume en el tratamiento de las víctimas de la violencia;

El SIDA ha dejado más de 11 millones de huérfanos en África, el avance de esta devastadora enfermedad causará en el 2010 que al menos 40 millones de niños en todo el continente hayan perdido al menos uno de sus padres, de acuerdo con UNICEF. Cada minuto un niño muere de SIDA.

Más de 1,1 mil millones de personas carecen de acceso al agua potable en el planeta, según cifras de la ONU. Otros 2,4 mil millones carecen de saneamiento básico. La combinación de los dos índices se señala como la causa de al menos 3 millones de muertes cada año. Los europeos consumen una media de 300 a 400 litros diarios, un americano más de 600 litros, mientras que un africano tiene acceso a 20 o 30 litros diarios.

Uno de cada seis personas en el mundo no tienen agua potable y dos de cada cinco no tienen acceso a saneamiento básico.

En 2050, cuando 9,3 mil millones de personas se espera que habiten la Tierra, entre 2 y 7 mil millones de personas no tendrán acceso a agua de calidad.

El hambre en el mundo, después de caer en la primera mitad de los años 90, aumentó de nuevo y ahora llega a cerca de 850 millones de personas. Cada año hay 5 millones más en este grupo de personas que padecen hambre.

La OMS (Organización Mundial de la Salud) estima que 160 mil personas están muriendo a causa del calentamiento global, ese número podría duplicarse para el 2020 – contabilizando los desastres naturales y las enfermedades relacionadas con ellos.

Además de la muerte, la desnutrición crónica también causa problemas de visión, cansancio, retraso en el crecimiento e incrementa la susceptibilidad a la enfermedad. Las personas que sufren de desnutrición grave son incapaces de funcionar incluso en el nivel más básico.

A menudo, sólo toma unos pocos recursos sencillos que las personas pobres tengan la capacidad de producir alimentos con el fin de ser autosuficientes. Estos recursos incluyen semillas de calidad, herramientas adecuadas y acceso al agua. Pequeñas mejoras en las técnicas de cultivo y métodos de almacenamiento de alimentos también son útiles…

Muchos expertos en las cuestiones del hambre creen que en última instancia, la mejor manera de reducir el hambre es a través de la educación. Las personas educadas son más capaces de salir de este círculo de pobreza que causa el hambre.

Fuentes: documentos internacionales, en especial de la ONU, UNICEF, la OMS, la FAO y ONUSIDA.

Mundo Desigual – Por Planeta Voluntários (Portuguese)

“O maior assassino do mundo e a maior causa de doenças e sofrimento ao redor do golfo é… a extrema pobreza.”

Desigualdade Social

21 países retrocederam em seu Índice de Desenvolvimento Humano, contra apenas 4 na década anterior. Em 54 países a renda per capita é mais baixa do que em 1990. Em 34 países a expectativa de vida ao nascer diminuiu, em 21 há mais gente passando fome e em 14 há mais crianças morrendo antes dos cinco anos;

No Brasil, 10% brasileiros mais pobres recebem 0,9% da renda do país, enquanto os 10% mais ricos ficam com 47,2%. Segundo a Unicef, 6 milhões de crianças (10% do total) estão em condições de “severa degradação das condições humanas básicas, incluindo alimentação, água limpa, condições sanitárias, saúde, habitação, educação e informação”.

A pesquisa ainda mostra que 15% das crianças brasileiras vivem sem condições sanitárias básicas. As áreas rurais do Brasil concentram a maioria das crianças carentes, com 27,5% delas vivendo em “absoluta pobreza”.

Segundo a OIT, os dados de trabalhadores domésticos infantis é espantoso: no Peru, 110 mil; no Paraguai, 40 mil; na Colômbia, 64 mil; na República Dominicana, 170 mil; apenas na Guatemala, 40 mil; no Haiti, 200 mil; e no Brasil – o campeão de trabalho doméstico na América Latina e talvez no mundo – 500 mil.

. Com 53,9 milhões de pobres, o equivalente a 31,7% da população, o Brasil aparece em penúltimo lugar em termos de distribuição de renda numa lista de 130 países. É o que mostra estudo do Instituto de Pesquisa Econômica Aplicada (Ipea) que o ministro do Planejamento, Paulo Bernardo, divulga hoje em Brasília.

Das 55 milhões de crianças de 10 a 15 anos no Brasil, 40% estão desnutridas. 1,5 milhão entre 7 e 14 anos está fora da escola. A cada ano, 2,8 milhões de crianças abandonam o ensino fundamental. Das que concluem a 4ª série, 52% não sabem ler nem escrever.

Mais de 27 milhões de crianças vivem abaixo da linha da pobreza no Brasil, e fazem parte de famílias que têm renda mensal de até meio salário mínimo. Aproximadamente 33,5% de brasileiros vivem nessas condições econômicas no país, e destes, 45% são crianças que têm três vezes mais possibilidade de morrer antes dos cinco anos.

A cada 12 minutos, uma pessoa é assassinada no Brasil. Por ano, são registrados 45 mil homicídios no País. No entanto, a probabilidade de um assassino ser condenado e cumprir pena até o fim no Brasil é de apenas 1%.

O Brasil é, segundo a ONU, o país onde mais se mata com armas de fogo. Todos os anos são mortos 40 mil brasileiros;

1,9% do PIB brasileiro é consumido no tratamento de vítimas da violência;

A Aids já deixou mais de 11 milhões de órfãos na África; o devastador avanço desta doença fará com que, em 2010, pelo menos 40 milhões de menores em todo o continente tenham perdido pelo menos um de seus pais, segundo a UNICEF. A cada minuto, uma criança morre de AIDS.

Mais de 1,1 bilhão de pessoas não têm acesso à água potável no planeta, segundo dados da ONU. Outros 2.4 bilhões não têm saneamento básico. A combinação do dois índices é apontada com a causa de pelo menos 3 milhões de mortes todo ano. Um europeu consome em média entre 300 e 400 litros diariamente, um americano mais de 600 litros, enquanto um africano tem acesso a 20 ou 30 litros diários.

Um em cada seis habitantes da Terra não tem água potável para beber e dois em cada cinco não dispõem de acesso a saneamento básico.

Até 2050, quando 9,3 bilhões de pessoas devem habitar a Terra, entre 2 bilhões e 7 bilhões de pessoas não terão acesso à água de qualidade.

A fome no mundo, depois de recuar na primeira metade dos anos 90, voltou a crescer e já atinge cerca de 850 milhões de pessoas. A cada ano, entram nesse grupo mais 5 milhões de famintos.

A OMS (Organização Mundial da Saúde) estima que 160 mil pessoas estão morrendo por causa do aquecimento global, número que poderia dobrar até 2020 – contabilizando-se catástrofes naturais e doenças relacionadas a elas.

Além da morte, a desnutrição crônica também provoca a diminuição da visão, a apatia, a atrofia do crescimento e aumenta consideravelmente a susceptibilidade às doenças. As pessoas que sofrem de desnutrição grave ficam incapacitadas de funções até mesmo a um nível mais básico.

Muitas vezes, são necessários apenas alguns recursos simples para que os povos empobrecidos tenham capacidade de produzir alimentos de modo a se tornarem auto-suficientes. Estes recursos incluem sementes de boa qualidade, ferramentas adequadas e o acesso a água. Pequenas melhorias nas técnicas de cultivo e nos métodos de armazenamento de alimentos também são úteis..

Muitos peritos nas questões da fome acreditam que, fundamentalmente, a melhor maneira de reduzir a fome é através da educação. As pessoas instruídas têm uma maior capacidade para sair deste ciclo de pobreza que provoca a fome.

Fontes: Documentos internacionais, principalmente da ONU, UNICEF, OMS, FAO e UNAIDS.

Por: Marcio Demari / Diretor Presidente do Planeta Voluntários – Brasil

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