Arquitectura Bioclimática – El uso de la naturaleza para lograr el confort en nuestras viviendas. Ahorro energético, construcción sostenible
Desde tiempos inmemoriales, el hombre siempre ha luchado contra la naturaleza para defenderse del frío y del calor, de las lluvias y de las sequías. Él siempre usó, para su defensa, las fuentes de energía que tenía a su alcance. Aquellas se limitaban, antes del descubrimiento de los usos del petróleo y sus derivados, a la leña y a otras basadas en recursos renovables que provenían del sol, del viento y del agua en movimiento.
El hombre siempre buscó su confort
Pero, siempre hay un pero en estas historias, desde el siglo XIX, la aparición de nuevas tecnologías que funcionaron (y siguen haciéndolo) como los espejitos de los españoles para los indios. El hombre se olvidó de los elementos naturales para acondicionar su vivienda. Ahora, los modernos equipos de calderas y de aire acondicionado suplantan al calor del sol y a la acción de la brisa. Esto genera un mayor gasto de energía, que es generada mayormente con recursos no renovables (petróleo, gas y elementos radioactivos), recursos que necesitaron millones de años para almacenarse y que estamos a punto de consumirlos en unos pocos cientos de años. Más del ochenta por ciento de la energía eléctrica generada en el mundo proviene de hidrocarburos o de elementos radioactivos (datos de la EIA, en su Anuario de Energía Eléctrica 2012)
Es por eso que debemos redescubrir al sol como lo que es: una fuente energética muy valiosa para todos.
La vida que existe en la Tierra es debida a él. La rotación y traslación de la Tierra a su alrededor, generan los ciclos que marcan nuestra existencia. La brisa que tanto anhelamos en las tardes de verano, se produce por el calentamiento del aire de la atmósfera y por una cuestión física. El aire caliente asciende y es reemplazado por aire frío. Nos acostumbramos tanto a que todos los días el sol nos ilumine y nos caliente que lo tomamos como algo tan natural que cuando hace frío o calor no pensamos que podemos combatirlos con su ayuda. Pensamos mejor en una estufa o radiador o en un aire acondicionado. Desaprovechamos totalmente esta fuente de energía que tenemos a libre disposición.
Por lo común, planeamos nuestras viviendas en función del dinero, de la estética, de la funcionalidad de los espacios. Pero no consideramos ambientes aislados del exterior para el invierno o zonas frescas y ventiladas para el verano. Tampoco pensamos en aprovechar al máximo la iluminación natural. Y menos lo hacemos en los materiales que se utilizarán o si la ubicación es la adecuada.
Cuando el diseño arquitectónico atiende estas problemáticas, es cuando hablamos de arquitectura bioclimática.
Según el Ing. Giano, se la puede definir como el diseño arquitectónico que permita garantiza la continuidad de las condiciones de confort. Para que esto se entienda, debemos hablar del confort. El hombre en sí, es una máquina térmica que transforma energía química en energía mecánica con una gran dispersión de calor debido a su metabolismo. Es por eso que su organismo tiene necesidad de permanecer a una temperatura casi constante y que no dependa de la temperatura ambiente. Cuanto menor sea el esfuerzo del organismo en mantener su temperatura interna entre los 36,5° y 37°, más cerca estaremos de lo que se conoce como confort ambiental.
El confort no es solamente ambiental, que depende de la temperatura y pureza del aire, de la humedad relativa, de la ventilación y de la radiación solar. El concepto del confort es más amplio, extendiéndose a parámetros estéticos y psicológicos. Como son la calidad de la luz, las áreas verdes, el paisaje circundante, la seguridad, el prestigio, etc.
La máquina térmica que es el cuerpo humano utiliza la alimentación, la actividad muscular, la transpiración, la vestimenta como recursos para regular su equilibrio. Entonces el lugar donde habita o trabaja debería ser la vestimenta mas completa e inteligente, adecuada además para todas las estaciones y horas del día.
La arquitectura bioclimática, aprovecha el uso de la energía abastecida por el Sol o por el ambiente, para acercarse lo más posible a las condiciones de confort ambiental deseadas. Aún sin el aporte de otras energías
Considera las disposiciones de las ventanas, de los materiales de las paredes, de los pisos, techos, ventanas, de la distribución, orientación y apertura al Sol de los ambientes, etc.
Bibliografía:
- GIANO, Alexander – “¿Qué es la arquitectura bioclimática?” – Revista América Renovable – Lima, Perú, noviembre 2001
- UGARTE, Gimena – “Guía de arquitectura bioclimática. ¿Cómo construir en los países cálidos?” – Instituto de Arquitectura Tropical – San José, Costa Rica, 2009
- MORENO CORONADO, Tanya – “Aplicaciones de Ingeniería a la Arquitectura Bioclimática” – Universidad Nacional Autónoma Metropolitana de Iztapalapa – México DF, México, agosto 1999
- QUADRI, Néstor – “Aprovechamiento de la Energía Solar” - Revista Electrogremio Nº 162 – Buenos Aires, Argentina, junio 2003