¿Cómo enfrentar el cambio climático?

Que el clima está cambiando aceleradamente ya no se discute. Altísimas temperaturas en algunas zonas del planeta, intensas nevadas en otros lugares, fuertes tormentas y  grandes inundaciones son algunas de las manifestaciones que experimentamos  de manera habitual. Dentro de estos signos uno de los más llamativos es que las estaciones del año, antes tan marcadas, hoy casi no se distinguen.

En definitiva, con el cambio climático estamos perdiendo la referencia y el clima se ha vuelto impredecible. Por ello, se hace necesario tomar conciencia respecto a esta problemática global y comenzar a adoptar medidas para mitigar al menos en parte, sus efectos.

La principal causa de esta situación es sin dudas, la emisión de gases hacia la atmósfera terrestre, lo que ocasiona un efecto conocido como “efecto invernadero”, que es una subida marcada de las temperaturas de la atmósfera como resultado de la concentración  en la atmósfera de gases, principalmente dióxido de carbono.

Por ello, el objetivo principal de la Convención Marco sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas es lograr estabilizar los gases invernadero en la atmósfera, lo que prevendría una peligrosa interferencia antrópica en el sistema climático. La Convención firmada en 1992 requería que todas las naciones que firmaran el tratado deberían lograr reducir sus emisiones de gases invernadero hasta niveles de 1990, para el año 2000.

En este sentido algunos países han adoptado medidas tendientes a lograr este objetivo. Por ejemplo, en el Reino Unido se estableció un programa que promociona el uso eficiente de la energía como medio para reducir la generación de dióxido de carbono en todos los sectores productivos.

En otros estados se ha invertido en plantas combinadas de calor y poder, en las que se utiliza la energía calórica que antes se perdía. En cuanto al transporte público, la mejora en la tecnología de los motores y su mejor mantención, los límites en la velocidad y un uso moderado de la aceleración y el frenado, pueden colaborar en la disminución de los gases emitidos.

Reemplazar las lámparas tradicionales, por lámparas de bajo consumo.
Reemplazar las lámparas tradicionales, por lámparas de bajo consumo.

En el sector domiciliario y comercial, las mejoras se logran aplicando medidas de aislación térmica en las construcciones y  la eficiencia de los aparatos domésticos (tanto en su diseño como uso), como por ejemplo en la iluminación.

 

Qué puedo hacer como individuo

Pero también podemos adoptar medidas individuales para colaborar con la reducción de gases invernadero. Por ejemplo:

  • Reemplazar las lámparas tradicionales, por lámparas de bajo consumo. Esta medida ahorra más de 45 kg de dióxido de carbono al año.
  • Desenchufar el televisor, la PC y los cargadores  cuando no se estén utilizando.  De esta manera se consumirá un 40% menos de energía.
  • Utilizar vehículos alternativos. Reemplazar el automóvil por caminatas, bicicleta o transporte público. De esta forma se puede ahorrar 30 g por cada 4,5 km que no se utilice el automóvil.
  • Reciclar. Se puede ahorrar más de 730 kg de CO2 al año al reciclar la mitad de basura que se produce en el hogar.
  • Emplear agua fría o tibia. Es necesaria una gran cantidad de energía para calentar agua. Existen reguladores de caudal de agua para la ducha con la cual se evita la emisión de más de 100 kg de CO2 al año.
  • Controlar los electrodomésticos. Tapar las ollas mientras cocinamos reducen un 70% el consumo de energía. No colocar en la heladera alimentos calientes o templados, de esta manera se consume mucha más energía que dejándolos enfriar primero.
  • Plantar un árbol. Un solo árbol absorbe una tonelada de CO2 durante toda su vida.

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